El contrato en prácticas es una herramienta que tienen las empresas con el propósito de dar a los más jóvenes la oportunidad de introducirse en el mercado laboral. Ellas obtienen a un trabajador cualificado que puede echarles una mano a realizar sus tareas y ellos consiguen una valiosa experiencia de cara al futuro. Aquí queremos contarte todos los detalles acerca de él.
¿Qué es el contrato en prácticas?
Más allá de lo dicho en la introducción, el contrato en prácticas es un acuerdo profesional por el cual una empresa da a un trabajador joven la oportunidad de obtener experiencia según su nivel de estudios.
En concreto, para que alguien pueda disfrutar de un contrato en prácticas, ha de cumplir con los siguientes requisitos:
- No haber tenido un contrato en prácticas en los últimos 2 años.
- Disponer de un título de formación profesional de grado medio o superior, de un certificado de profesionalidad o de diploma universitario. Debe entregarse una copia a la empresa y guardar relación con la actividad profesional de esta.
- No deben haber pasado más de 5 años desde la obtención de dicho título. Esta regla solo se aplica en caso de que el candidato tenga más de 30 años de edad.
Para saber si un trabajador cumple con los requisitos para disfrutar de un contrato en prácticas, solo es necesario contactar con el Servicio Público de Empleo (SEPE). Además, queremos recordar que este acuerdo profesional nada tiene que ver con el contrato de formación. En ese caso, no es necesario que el candidato tenga formación relacionada con el puesto para el que se postula. Tampoco guarda relación con el convenio de prácticas, que es firmado entre escuelas y universidades y empresas y que puede no ser remunerado.
Principales características del contrato en prácticas
Los contratos en prácticas, al igual que cualquier otro, está definido por una serie de características que deben tenerse en cuenta:
- Siempre debe formalizarse por escrito. No es válido si se realiza de forma oral.
- En el documento debe aparecer la duración del contrato, el puesto de trabajo, la jornada laboral y su distribución horaria y la titulación del candidato. El diploma que acredite dicho título debe estar adjunto.
- La empresa debe presentarlo ante el SEPE en un plazo máximo de 10 días naturales desde el momento de su firma.
- Los contratos en prácticas tienen una duración mínima de 6 meses. Como máximo, pueden prolongarse hasta 2 años. En cualquier caso, pueden prorrogarse en dos ocasiones, pero en ningún caso la duración de esas prórrogas puede ser inferior a la del contrato inicial.
- Si el trabajador tiene que darse de baja en un momento concreto, la vigencia del contrato se verá interrumpida, de modo que su duración se extenderá.
- El período de prueba se fija en un mes para los trabajadores en prácticas con un certificado de profesionalidad o con un título de formación profesional de grado medio o superior. En el caso de los candidatos universitarios, ese lapso de tiempo se eleva a dos meses.
- La remuneración será, como mínimo, del 60 % del salario mínimo fijado por convenio para un trabajador de su categoría que no estuviese sujeto a un contrato en prácticas. A partir del segundo año, esa cifra se elevará al 75 %. En cualquier caso, el sueldo percibido nunca puede ser inferior al SMI (Salario Mínimo Interprofesional).
- Tanto el trabajador como la empresa pueden dar por concluido el contrato avisando a la otra parte con 15 días de antelación.
- Al concluir el contrato, la empresa deberá entregar al trabajador un certificado de prácticas.
¿Cotizan los contratos en prácticas?
La respuesta es que sí. De hecho, los contratos en prácticas cotizan del mismo modo que cualquier otro. Por este motivo, si el trabajador consigue reunir, al menos, un año trabajado a jornada completa dentro de esta modalidad, tendrá derecho a recibir 4 meses de paro.
¿Los trabajadores en prácticas tienen derecho a indemnización en caso de despido?
No, salvo que el despido se produzca por causas objetivas, en cuyo caso tendrá derecho a percibir una indemnización equivalente a 20 días por año trabajado por parte de la empresa.
¿Y a vacaciones?
Sí. Como máximo, el trabajador podrá disfrutar de 30 días de vacaciones por cada año que pase vinculado a la empresa a través de un contrato en prácticas. Asimismo, en caso de que dicho contrato se transforme en indefinido dentro de la misma empresa, el período trabajado le computará en términos de antigüedad.
¿Qué obligaciones tiene la empresa con el trabajador en prácticas?
Evidentemente, las renuncias en términos de salario que realiza el trabajador al firmar este contrato conllevan una serie de responsabilidades para la empresa. Son estas:
- Ajustar las tareas que va a desempeñar el trabajador en función de su titulación.
- Permitir al trabajador obtener una experiencia práctica adecuada para su nivel de estudios y que le sirva en el futuro tanto dentro de la empresa como en cualquier otra.
- Exigir la entrega de la fotocopia del título en el momento de la firma del contrato.
- Informar al trabajador en prácticas de todas las vacantes que queden disponibles dentro del organigrama de la empresa y ofrecerle las mismas oportunidades que a los demás de acceder a ellas.
Las ventajas de los contratos en prácticas para las empresas
La Administración Pública premia a aquellas empresas que contratan a trabajadores en prácticas ya que se considera que brindan una interesante oportunidad a los más jóvenes de acceder al mercado laboral. En concreto, esos beneficios se traducen en:
- Reducción del 50 % en la cuota de la Seguridad Social para contingencias comunes en el caso de que el contratado tenga una discapacidad igual o mayor al 30 %.
- Reducción del 100 % en la cuota de la Seguridad Social para contingencias comunes para personas en situación de desempleo.
En definitiva, los contratos en prácticas ofrecen ventajas y beneficios tanto para jóvenes que desean disfrutar de una primera experiencia profesional a través de la cual realizar prácticas en un entorno profesional adecuado a su nivel educativo. Del mismo modo, las empresas disfrutan de bonificaciones fiscales muy interesantes y consiguen formar a trabajadores que, en el futuro, podrán serles útiles dentro de su organigrama corporativo.